El mundialmente famoso sonido Bowers & Wilkins esté usted donde esté. Las cajas acústicas de nuestra gama para Soluciones Integradas están construidas utilizando los mismos principios y las mismas tecnologías que cualquier otro sistema de altavoces de Bowers & Wilkins; sencillamente no quieren llamar la atención.
La historia de Bowers & Wilkins comienza con un hombre: John Bowers. Su impulso y su pasión están escritos en el ADN de la empresa que fundó hace más de 50 años.
Los esenciales de la alta fidelidad – Elija la fuente
En la primera parte de una nueva serie en la que se explican los aspectos fundamentales para montar un buen sistema de alta fidelidad, empezamos por el principio: elegir la fuente perfecta.
4 de enero de 2023
¿Qué es una fuente?
Comprar y configurar un equipo de alta fidelidad puede ser un proceso confuso y desalentador. Para ayudarle a superar esa ansiedad y aclarar cualquier confusión, hemos creado una serie de blogs para explicar los conceptos básicos, junto con vídeos en los que proporcionamos algunos trucos y consejos increíblemente útiles de expertos, incluidos los ingenieros acústicos de Bowers & Wilkins.
Empezaremos por el principio, es decir, analizando una de las decisiones clave que hay que tomar cuando se crea un equipo de alta fidelidad desde cero: la importantísima elección de cómo se va a reproducir la música y a partir de qué formato. En el lenguaje de alta fidelidad esto se denomina «fuente».
...la importantísima elección de cómo se va a reproducir la música y a partir de qué formato. En el lenguaje de alta fidelidad esto se denomina «fuente».
Aunque hay muchas formas diferentes de poner música en su equipo de alta fidelidad, hay tres opciones principales que son las más populares: el vinilo, el CD y el streaming. En función del presupuesto y sus necesidades, puede elegir disponer de una fuente, dos o incluso las tres. Sin embargo, tenga en cuenta que, aunque eso le daría flexibilidad para elegir, si opta por una sola fuente, podrá destinar su presupuesto a conseguir una mejor calidad, de la que hablaremos más adelante.
¿Por qué la fuente es vital para el rendimiento?
Dedicar tiempo en pensar qué fuente elegir es vital para el rendimiento de los altavoces. Cada eslabón de la cadena es importante, pero si opta por una fuente inferior nunca obtendrá una experiencia auditiva satisfactoria.
Estamos orgullosos de nuestros altavoces y su habilidad para reproducir música fiel a la fuente original, pero ningún altavoz es capaz de corregir una falta de resolución o distorsión presente en la primera fase del proceso. Es uno de los axiomas más antiguos y precisos de los sistemas de alta fidelidad: «basura entra, basura sale».
Las principales opciones son:
Así pues, tenemos: discos de vinilo, discos compactos y streaming. Todos tienen aspectos positivos y negativos, y todos tienen defensores y detractores igual de apasionados.
La verdad es que no hay una opción errónea: es solo cuestión de preferencias. Como nos dijo Raphael Stier de la excelente tienda de discos Resident Music de Brighton: «No hay una forma errónea de escuchar música. Si le gusta, se enamorará de ella de cualquier manera».
Ahora veremos los aspectos básicos de cada opción de fuente y explicaremos brevemente cómo sacar el máximo partido a la que elija.
Discos de vinilo
Hace unos años, los discos de vinilo podrían haber aparecido al final de este artículo como una añadidura. Sí, los audiófilos seguían adorándolos, pero lo más probable era que esas personas ya tuvieran su sistema ideal y estuvieran contentas con el sonido.
Pero en los últimos años, el clásico LP ha resucitado y está ganando popularidad entre los aficionados a la música, que lo aprecian por su naturaleza táctil y por esas maravillosas fundas de 30,5 cm que muestran las cuidadas ilustraciones mejor que un CD o un servicio de streaming. El vinilo moderno también está disponible en una amplia gama de hermosos colores, y los nuevos lanzamientos a menudo vienen en negro estándar y una opción de color limitada para fomentar las compras anticipadas. Skinty Fia de Fontaines DC llegó en cuatro versiones de vinilo diferentes, incluida una doble versión LP de la que hablaremos a continuación. Y la buena noticia es que, a diferencia de las versiones anteriores de vinilo de color, la calidad del sonido no disminuye entre estas y las versiones negras estándar.
Eso es importante porque, como siempre, el aspecto más importante para nosotros es la calidad del sonido y los discos de vinilo suenan increíblemente bien. Como el vinilo no es un formato digital, no se puede comparar como se hace con los CD y el sonido de streaming, pero no se puede negar la maravillosa calidez que ofrece el sonido del vinilo, especialmente en comparación con los CD. Una vez que la gente experimenta las ventajas del vinilo, es poco probable que vuelva al CD.
Aspectos positivos y negativos de los discos de vinilo
En cuanto a los aspectos positivos y negativos, una de las principales características del LP podría situarse en uno u otro bando en función de los gustos de cada uno.
Para reproducir un disco hay que seguir una serie de pasos: seleccione un disco de la colección, saque la funda interior de la exterior, extraiga el disco de la funda interior, colóquelo con cuidado en el tocadiscos, enciéndalo, espere a que se ponga en marcha, limpie suavemente el disco con el cepillo de limpieza mientras gira, suba el brazo fonocaptor, muévalo hasta el principio del disco, bájelo con cuidado, cierre la tapa del tocadiscos y vuelva con cuidado, pero deprisa, al asiento para escucharlo (sin olvidar darle la vuelta a la mitad del disco) y vuelva a hacerlo todo a la inversa antes de poder escuchar otro disco.
Si todo esto le parece el paraíso, los LP son para usted y nadie le convencerá de lo contrario.
Si le parece una pesadilla, entonces los discos de vinilo no son para usted.
Otra cuestión importante es el precio: no hay duda de que el vinilo es caro, ya sean ediciones de LP nuevas o de segunda mano en buen estado. Su renacida popularidad ha resucitado los precios, sobre todo porque las discográficas tratan de recuperar parte de los ingresos que están perdiendo por la caída de las ventas de CD y el aumento masivo de los sistemas de streaming que no da el mismo dinero a menos que se esté a la altura de Adele.
Consiga lo mejor de los vinilos:
Para cubrir todos los puntos sobre cómo sacar el máximo partido al vinilo harían falta cientos de entradas de blog, y de hecho ya hay miles por ahí. Pero hay que tener en cuenta algunas cosas al empezar a utilizar discos de vinilo como fuente principal.
En primer lugar, no todos los vinilos son iguales. A menudo verá que se atribuye un peso a un disco: a veces 120 g o 140 g, sin embargo, menos común es 180 g, ya que los otros dos son más estándar. Esta medida del peso es algo más que querer que se sienta pesado en la mano, lo que en sí es una sensación agradable. El vinilo de 180 g es más duradero y menos propenso a deformarse, por lo que a largo plazo el precio extra que cuesta puede ser una buena inversión.
También existe el argumento de que el vinilo de 180 g suena mejor, ya que esa mayor calidad del material hace que sea más fácil de cortar (durante la fabricación, los surcos se cortan con precisión para dar lugar a una placa de vinilo prístina con el fin de que la aguja del tocadiscos funcione y genere sonido), lo que a su vez mejora los detalles y los graves. También suele ocurrir que los discos editados en vinilo de 180 g gozan de una mejor producción, ya que cualquier compañía discográfica que se esfuerce en producir vinilos de 180 g probablemente también habrá cuidado más la producción y la masterización.
Esto podría hacerse mediante la masterización a media velocidad, que, sin duda, tiene un efecto beneficioso en la reproducción del sonido, ya que al cortar un disco a media velocidad la aguja de corte tiene el doble de tiempo para grabar el surco mecánico, lo que mejora enormemente la calidad. Nuestros amigos de Abbey Road Studios están muy implicados en este proceso y venden en su tienda discos en los que han trabajado.
Algunos discos también se reproducen ahora a 45 rm, en lugar del más tradicional 33 1/3. Esto también favorece la calidad del sonido, pero a menudo supone un mayor coste, ya que un álbum estándar se entrega en dos discos en lugar de uno.
Cuide de los vinilos:
Una vez que haya invertido en vinilo, es vital que lo cuide si quiere que se mantenga impoluto y siga sonando estupendamente. Para empezar, guárdelo siempre después de utilizarlo. Sé que parece algo obvio, pero ojalá hubiera transmitido esta información a mi yo adolescente, porque muchos de los discos de hace 40 años de mi colección estarían en mejor estado si lo hubiera hecho.
Además, debe guardar los discos correctamente. Verticalmente en estanterías es la respuesta obvia, pero ¡decida usted mismo cómo hacerlo! Sin embargo, asegúrese de que es un lugar con una temperatura fresca constante y con el mínimo de humedad. La exposición a altas temperaturas y niveles extremos de humedad puede erosionar rápidamente su colección de discos, ¡y no querrá tirarla a la basura! Además, debe evitar exponerlos a la luz solar directa, así que no los coloque en el alféizar de una ventana por muy chulos que queden.
También hay una gran variedad de accesorios de limpieza en los que invertir, desde un simple cepillo para limpiar el disco mientras gira, lo mínimo en lo que se debería invertir, hasta una colección de máquinas limpiadoras de discos, algunas de las cuales pueden costar cientos de euros.
Una de las mejores inversiones son las fundas de plástico. Son una forma relativamente barata de mantener esas maravillosas fundas exteriores en buen estado y así evitar todo el desgaste que supone sacarlas repetidamente de la estantería, etc. Aunque puede que esto no repercuta directamente en la calidad del sonido, sí ayuda en el aspecto táctil y también aumentará el valor de reventa si alguna vez quiere dejar de coleccionar vinilos.
Por último, pero quizás lo más importante, asegúrese de que el tocadiscos está configurado correctamente. Todos los equipos de alta fidelidad se benefician de una plataforma sólida desde la que trabajar, pero ninguno más que el vinilo. Siempre merece la pena invertir en un soporte específico para el equipo, pero si no es posible, asegúrese de que el tocadiscos esté colocado sobre una superficie plana y sólida, preferiblemente una en la que las vibraciones que se produzcan al caminar no afecten negativamente a la estabilidad del tocadiscos, lo que suele ser un problema en los suelos de madera, en los que bailar al ritmo de sus canciones favoritas puede llegar a ser imposible.
También hay que ocuparse de la configuración inicial y el mantenimiento, desde el equilibrado del brazo fonocaptor, crucial para un buen sonido, y el cuidado de los discos, hasta asegurarse de que todas las piezas móviles estén libres de polvo. Pero eso es tema para otro blog, y la mayor parte de la información que necesita se la proporcionará su distribuidor de alta fidelidad o la página web del fabricante.
Disco compacto
El ubicuo disco compacto estaba destinado a ser el asesino del vinilo, y aunque ciertamente puso a los LP por los suelos durante un tiempo, nunca terminó de rematar la faena. En la actualidad, las ventas de vinilos vuelven a superar a las de CD.
Sin embargo, el humilde disco compacto sigue siendo una gran fuente e increíblemente popular, sobre todo entre todas aquellas personas que tienen colecciones enteras de CD. Y, lo que quizá sea más importante para el recién llegado, hay mucha música que, al menos en formato físico, solo está disponible en CD, sobre todo música desde finales de los 90 y principios de los 2000, que nunca se editó en vinilo.
También está el tema del precio: ¡los discos compactos son baratos! Si lo que quiere es crear una colección desde cero, optar por el CD le permitirá hacerla crecer rápido, ya sea comprándolos nuevos o incluso buscando en el mercado de segunda mano. Por ejemplo, el álbum Music For Animals de Nils Frahm cuesta unos 72 euros en vinilo (cuatro LP), pero puede hacerse con la versión triple CD por 20 euros. Es una gran diferencia, y además se ahorra tener que levantarse para cambiar el disco de lado.
Sin embargo, hay aspectos negativos. En primer lugar, ¿existirán los CD para siempre? Tal vez no. Entonces, ¿está comprando un formato que no existirá dentro de una década? Aunque, por supuesto, eso no le impide reproducir la música que ya posee o disfrutar comprando gangas de segunda mano.
El mayor problema para nosotros es la calidad del sonido. Los CD se lanzaron a bombo y platillo, lo que dio a entender que ofrecían la mejor reproducción musical. No lo hacían. En comparación con los servicios de streaming de alta resolución disponibles, son claramente deficientes y, para la mayoría de los oídos, no suenan tan bien como un vinilo maravillosamente cálido.
Por lo tanto, si le interesa crear una colección asequible rápidamente, los CD son una buena opción. Si lo que le importa es la calidad absoluta del sonido, tendrá que buscar su fuente en otra parte.
Saque provecho a los CD:
Si el disco compacto es su fuente preferida, hay formas de asegurarse de que le saca el máximo rendimiento. Para empezar, el hecho de que su PlayStation o Xbox puedan «reproducir» CD no las convierte en una buena fuente. Hay tantas cosas que hacer con una consola moderna que reproducir música no es una prioridad.
El método tradicional es un reproductor de CD. Puede que parezca obvio, pero no es la única opción. Un reproductor de CD es en realidad un producto combinado: contiene tanto el «transporte» que sostiene, hace girar y lee el disco, como el convertidor digital analógico (DAC) que traduce la información digital del CD en una señal analógica que se puede escuchar. La gran mayoría de los CD se reproducen de esta forma y hay muchos buenos reproductores de CD disponibles.
La segunda opción suele estar reservada a los sistemas audiófilos de gama alta y consiste en disponer de un transporte de CD y un DAC específicos. El argumento a favor de este planteamiento es que cada componente hace su trabajo y, por tanto, se puede maximizar el rendimiento. El argumento en contra es que añadir otro componente significa más cables y conexiones potencialmente débiles. También es más probable que sea más caro.
La otra cosa que hay que hacer para maximizar el rendimiento es cuidar los propios discos. Al principio, los CD se vendían con la promesa de que eran indestructibles, pero no es así. Aunque son menos frágiles que los vinilos, hay que tratarlos con cuidado: limpiarles el polvo y las huellas dactilares con paños especiales que no suelten pelusa y líquidos limpiadores, y guardarlos correctamente en sus fundas. Evite a toda costa los arañazos, ya que harían saltar los discos.
Streaming
Esta opción es relativamente nueva en el mundo de las fuentes de alta fidelidad, pero tiene mucho que ofrecer. En los primeros tiempos de los archivos MP3 habría parecido ridículo decir esto, pero el streaming es ahora la mejor forma de disfrutar de música de alta fidelidad y resolución. El número de servicios de streaming que ofrecen opciones de alta resolución crece constantemente y, muy a menudo, el coste no es mucho mayor que el de la alternativa de precio estándar y menor resolución.
El precio es otro factor clave: por el precio de un solo LP o un par de CD tiene acceso a casi toda la música que pueda desear durante todo un mes. Vale, en realidad no es el propietario de la música y si deja de pagar la suscripción ya no tendrá acceso a ella, pero ¿importa eso? Para muchos millones de personas, parece que no.
Si le da igual el tema de la propiedad, aunque ningún servicio de streaming ofrezca «toda la música» del mundo, sí la gran mayoría. Así que si le apetece escuchar un álbum de su artista favorito o si escucha un single en la radio y quiere oír más canciones de un mismo artista, basta con hacer una búsqueda rápida y podrá escuchando, y aunque nos hayamos vuelto un poco indiferentes a estas cosas, ¡no deja de ser increíble!
Cada vez más, los servicios de streaming también emplean algoritmos complejos que analizan lo que ha reproducido y pueden deducir qué más podría gustarle. Aunque antiguamente eran bastante básicos, «Le gustó The Jam, ¿por qué no escucha a Paul Weller?», hoy en día suelen ser excelentes y pueden llevar a descubrimientos musicales asombrosos. También hay listas de reproducción curadas, que dan acceso a listas mixtas de millones de personas, algunas de las cuales tienen el mismo excelente gusto musical que usted.
Aspectos negativos: bueno, no es dueño de nada. Lo que puede no ser un problema para usted. Pero esa emoción de la propiedad va más allá de gastar dinero; se trata de sostener un objeto físico en la mano mientras escucha la música, lo que le permite leer las notas, investigar sobre el productor y ver qué más ha hecho y un millón de cosas más. Sí, está Google y el libreto en los servicios de streaming, pero en verdad no es lo mismo.
Saque provecho a los servicios de streaming
Elegir el servicio de streaming que mejor se adapte a sus gustos y necesidades debe considerarse un placer, no una tarea. Sí, hay una amplia selección entre la que elegir, y puede ser un poco desalentador, pero, como la mayoría de los servicios ofrecen pistas gratuitas, puede pasar un tiempo escuchando música gratis mientras selecciona el que más le conviene.
Si le interesa el audio de alta resolución, y si está leyendo esto, tenemos que suponer que sí, puede ignorar Spotify, que, aunque es increíblemente popular, no ofrece las transmisiones de alta resolución que busca. La buena noticia es que otros servicios como TIDAL, Apple, Amazon y Qobuz tienen catálogos impresionantes, pero también ofrecen alta resolución.
A veces, como en el caso de Apple, ni siquiera cobran más por el streaming en alta resolución, aunque a menos que sea usuario de Apple puede que no quiera cambiar de móvil si esa es la forma en que pretende acceder a la música. En ese caso, Amazon Music Unlimited puede resultarle atractivo, sobre todo si está suscrito a Prime, ya que tiene derecho a un descuento.
En cualquier caso, inscríbase, pruébelo y vea qué es lo que más le conviene. Como hemos dicho, ¡será divertido!
El otro factor importante que hay que tener en cuenta es cómo se accede al servicio de streaming. Todo el mundo tiene un móvil en el bolsillo que le permite acceder a la música en el servicio de streaming que elija y mandar esa música a un altavoz inteligente como Zeppelin, o un amplificador con Bluetooth, pero puede que no sea la mejor manera para usted si lo que busca es la calidad absoluta.
Puede comprar amplificadores compatibles con Spotify o TIDAL Connect, de modo que ni siquiera tenga que comprar una fuente específica, o si quiere ir a por todas, puede elegir como fuente un streamer de música especial, que puede conectar a su amplificador del mismo modo que lo haría con un reproductor de CD o un tocadiscos.
Por último, asegúrese de que la configuración de sus servicios de streaming se ajusta a la resolución de mayor calidad disponible. Puede que no sea la opción predeterminada en el servicio que elija, así que investíguelo para conseguir lo mejor.
Presupuesto
El método clásico para construir un sistema de alta fidelidad consiste en dividir el presupuesto en tercios: un tercio para la fuente, un tercio para la amplificación y un tercio para los altavoces. Pero no olvide reservar alrededor de un 10% para cables, que también pueden marcar la diferencia en la calidad del sonido.
Este enfoque debería producir un sistema bien equilibrado, al tiempo que le proporciona una plataforma para futuras actualizaciones en caso de que le entre el gusanillo y quiera invertir más.
Sin embargo, un sistema muy moderno podría incluir solo dos componentes. Si se conforma con utilizar un amplificador con funciones de streaming integradas, como se ha mencionado anteriormente, en teoría incluso podría dividir su presupuesto en dos (altavoces y amplificador) y aumentar así el presupuesto disponible para esos dos componentes.
«El uso más eficaz de su dinero, es minimizar el número total de fuentes que tiene. Y maximizar la calidad»
– Andy Kerr, Bowers & Wilkins
Pruebe sus fuentes
Sea cual sea su decisión, es fundamental que «pruebe» el sistema antes de gastarse el dinero. La mejor forma de hacerlo es, por supuesto, en su tienda local de alta fidelidad. Es casi seguro que dispondrán de una selección de tocadiscos, reproductores de CD y streamers de distintos precios, y estarán encantados de que pase un rato en una de sus salas de escucha.
Una de las cosas que nos gusta hacer al probar una fuente es escuchar la misma pieza musical en distintos formatos, algo relativamente fácil de conseguir. Puede que el distribuidor tenga versiones en CD y LP de un álbum «clásico» para que pueda comparar, pero también debería llevar su propia música para hacerse una idea de lo que va a escuchar en casa.
También será un buen momento para informarse sobre las opciones disponibles en cuanto a amplificación y altavoces... pero ya hablaremos de ello en futuros blogs.
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